Alejandro Ávila, portero del Complejo Educacional Monseñor Luis Arturo Pérez, lucía con orgullo y muy emocionado la medalla de plata que obtuvo en la Maratón de Santiago, al llegar en el segundo lugar en su categoría.   En el evento participaron miles de deportistas y se realizó por las calles de la capital el domingo 3 de abril pasado.

Don Alejandro Ávila, como cariñosamente lo llaman en el colegio, se caracteriza por ser una persona acogedora y cordial.  “Amo este deporte.  A pesar de que la noche anterior no pude descansar bien porque había fiesta en los vecinos de mi casa y la música no me permitía dormir, a las 5:00 a.m. ya me dispuse a la competencia.  El clima fue benigno este domingo y esto también fue favorable para todos”, cuenta.

“Además del esfuerzo y el sacrificio que supone entrenar – manifesta emocionado-, lo que más me anima a continuar es el cariño y el apoyo de mi familia y de mi querida comunidad de aquí, del colegio.  En particular quiero resaltar el ánimo que he recibido siempre de la Sra. Virginia, la rectora del establecimiento.  Recuerdo que ella, cuando… hace… un par de años atrás, fui sometido a una intervención quirúrgica por una afección cardíaca, ella me expresó: Supérese don Alejandro, esto va a pasar. Aliento. Fortaleza… Estas palabras de la señora Virginia han sido para mí aliento y ánimo para continuar en la competencia”.

“Este año, además de correr en plano -agrega- , hice corridas al cerro, a la montaña, eso favoreció mi resistencia y preparó mejor mi estado físico para obtener el premio que obtuve con mucha alegría, orgullo y emoción”

“Mi mensaje para todos, especialmente para los alumnos de este querido colegio es: “En la vida no hay imposibles.  Todo lo que uno se proponga para bien, se consigue.  Con esfuerzo, perseverancia, se puede lograr”, concluye emocionado este “gran atleta del CEMLAP”.

Fuente: Comunicaciones CEMLAP