Docentes de la SECST celebran Día del Profesor
12 de Octubre de 2016
 
En medio del reconocimiento de sus alumnos y alumnas, y de los padres de familia, el 16 de octubre se celebra el Día del Profesor. Compartimos con ustedes testimonios de tres profesoras que laboran en colegios de la Sociedad de Escuelas Católicas Santo Tomás de Aquino. Con ello queremos saludar a nuestros maestros y maestras.

Con diversas actividades,- almuerzos, encuentros de convivencia, paseos-, la comunidad educativa de los colegios de la Fundación Educacional SECST celebra el Día del Profesor. Esta celebración se estableció en 1943, en la Primera Conferencia Interamericana de Educación (integrada por educadores de toda América) realizada en Panamá. En esa conferencia se decidió establecer el 11 de septiembre como Día del Maestro, en honor a Domingo Faustino Sarmiento, profesor argentino que había muerto esa misma fecha, 55 años antes, y había aportado mucho a la educación latinoamericana. En Chile, en octubre de 1974, se cambió la fecha para el día 10 de diciembre en homenaje al premio Nobel de literatura, Gabriela Mistral, que recibió dicha distinción en 1945. Finalmente en 1977 se cambió la fecha de celebración para el 16 de octubre ya que coincide con la fundación del Colegio de Profesores de Chile.

Testimonios de profesoras de SECST

Como un adelanto de la Memoria 2015 de  la SECST, queremos destacar los testimonios de tres profesoras que incluye la publicación.  Se trata de las docentes Juana Miranda, del Liceo Miguel Rafael Prado; Wilma Olea, del Complejo Educacional  Monseñor Luis Arturo Pérez; y Susana Navarrete, del Colegio San Alberto Hurtado.

Una tarea que no termina

La profesora Juana Miranda entró a trabajar en 1984 al Liceo Miguel Rafael Prado. “Conocí su construcción antigua, de amplísimas salas y pisos que acusaban a todo aquel que llegara tarde, con rincones que invitaban a contar historias”, cuenta en su testimonio.  Y Agrega: “La tarea más difícil - que aun siento incumplida- ha sido explorar día a día en experiencias de mis alumnas y alumnos, cargados de intensidad y también de dilemas. La costumbre en esta comunidad pradina se me ha presentado como una vorágine. No termino de asumir realidades, cuando se agolpan otras 45 vidas, de las cuales tengo poca información, ha sido una tarea inacabable, no tengo la suficiente certeza que haya estado bien concluida”.

“Me parece razonable decir que me han tocado numerosos cambios y, por eso, cuando hay alguno, en vez de refugiarme en mi comodidad, he tratado de abrir mi mente conservadora a la gentil experiencia de los nuevos tiempos. Igual se aprende, aun con pasos torpes, porque a mi edad ya me cuesta correr”, termina señalando el testimonio de la profesora Juana Miranda, quien es presidenta del Sindicato del Liceo Miguel Rafael Prado.

Profesora Wilma Olea: Toda una vida dedicada a la docencia

El 1 de abril de 1975 comenzó su  vida laboral la profesora Wilma Olea, en ese entonces en la Escuela Nº 68 de la Sociedad de Escuelas Católicas de Santo Tomás de Aquino, hoy Complejo Educacional Monseñor Luis Arturo Pérez. Ha cumplido 41 años en este establecimiento.

“Cuando miro hacia atrás, este tiempo ha pasado tan rápido y sólo tengo sentimientos de gratitud a Jesús Maestro y a todas las personas que a lo largo de estos años han confiado en mi trabajo. En este colegio aprendí a ser profesora, experimenté la inmensa alegría de acompañar a un curso desde primero hasta octavo básico como profesora jefe y luego a tantos niños/as en la asignatura de Historia”, relata la profesora Wilma en su testimonio.

“Pero de todos los desafíos que he aceptado (Profesora, Encargada de Pastoral, Inspectora General, Directora de Convivencia) el más grande fue cuando la Religiosa directora del colegio, me pidió que me preparara para ser profesora de Religión, me sentía tan pequeña, pero a la vez tan privilegiada, porque llevaría la Buena Noticia, compartiría el don de la fe con los niños y jóvenes para que conozcan, amen y sigan al Señor. ¡Qué gran misión! Respondí a este llamado y por muchos años fui profesora de Religión”, agrega.

“He sido testigo de los cambios que se han producido en la educación chilena, también los experimentados en la Fundación SECST y en mi querido colegio. Pero en todos los tiempos el desafío es el mismo: que los niños y jóvenes se sientan amados, consolados, porque sólo el amor puede transformar a las personas; y que reciban una educación de calidad”, termina señalando la profesora Wilma Olea.

Las alegrías de la educación

La profesora Susana Navarrete Briceño, del colegio San Alberto Hurtado, pertenece a una familia de educadores y de ello se sietne muy orgullosa.  “Las primeras asociaciones que se vienen a la cabeza cuando me pregunto lo que ha significado la educación en mi vida, tienen que ver con los primeros años de mi quehacer docente. Esos años de pujante juventud y que, con la exigente y generosa tutela de mi hermana mayor, nos adentramos en el mundo de los niños de las zonas rurales de Alhué”, recuerda y agrega en su testimonio: “Los niños del campo como se les conocía, lacónicos y humildes, nos mostraron su mundo, y en el mundo de la escuela sencilla, iniciamos juntos la construcción de otros. Yo, con el firme propósito de crecer como docentes y ellos descubriendo otros universos que parecían lejanos. El descubrir que sabían leer, la alegría desbordante de ellos y la emoción primero que todavía me embarga cuando lo recuerdo, son el verdadero significado de la educación. Leer y disfrutar de otros mundos que muchos de sus familiares no pudieron alcanzar”.

Saludos a todos los profesores y profesoras de la SECST
Con estos tres testimonios presentados anteriormente, queremos saludar y agradecer la labor de todos los profesores y de todas las profesoras que laboran en nuestra Fundación Educacional Sociedad de Escuelas Católicas  Santo Tomás de Aquino. ¡Feliz Día del Profesor y de la profesora!

 

Foto: Profesoras Juana Miranda, Wilma Olea y Susana Navarrete.

 

Fuente: Comunicaciones SECST

 


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