Una Maestra Agradecida
30 de Abril de 2020
 
Profesora Norma Espinoza, quien lleva trabajando 32 años en el Complejo Educacional Monseñor Luis Arturo Pérez , envió emotiva carta a nuestra Directora Ejecutiva, con ocasión de los 150 Años de la Sociedad de Escuelas Católicas Santo Tomás de Aquino. Estudió en Liceo San Francisco.

A continuación el texto completo de la carta dirigida a nuestra directora Ejecutiva, y fechada el 21 de abril de 2020, día en que se conmemoraban los 150 años de la creación de la Sociedad de Escuelas Católicas, Santo Tomás de Aquino.  

Señora

Sandra Urrutia Bravo

Directora Ejecutiva Red Educacional Santo Tomás de Aquino

Estimada señora  Sandra, en su persona saludo de corazón a la Sociedad de Escuelas Católicas Santo Tomás de Aquino: 

Soy una persona agradecida. Me he formado en esta institución. Primero en mi amado Liceo San Francisco. Como alumna de Básica hasta licenciarme. En ella conocí a personas muy valiosas que han aportado a mi formación; algunos nombres: Padre Luis Acuña, Franciscano, el llevó al curso al Museo de Cera, en la década de los 70; profesores como el noble Bernabé Prieto, quien fue mi modelo para estudiar pedagogía, intransigente en el uso del lenguaje; además, él realizó Escuelas para Padres. las que para mí y mis compañeros fueron valiosas porque la relación Padres e Hijos mejoró mucho. El Sr José Isla Farías quien aparte de ser rector fue profesor de Historia, don Pedro Isla Farías, profesor jefe en algunos cursos de Enseñanza Media. Luciano Jeronaka, quien marcó mi vida hacia la Biología. El Padre Francisco Antonio, buen y sabio sacerdote. El Padre Lantadilla, rector en los primeros años de la década de los 70.

Luego de estudiar Pedagogía en Biología y Ciencias, llegué al Liceo San Francisco en busca de trabajo; sin embargo, don José Isla ya era rector del CEMLAP y me llevó con 6 horas de Ciencias Naturales y una jefatura en 1° EM.  Seguí aumentando horas hasta que llegué a tener 44 más 12 extraordinarias. Hice Ciencias Naturales, Biología, Química y nunca dejé de ser Profesor Jefe.

En el maravilloso Complejo Monseñor Luis Arturo Pérez he crecido como persona y como profesional. Aquí he vivido momentos preciosos asumiendo diferentes desafíos tales como:  profesora, asesora del Centro de Estudiantes, representante de los profesores de Educación Media en el Equipo de Pastoral, participando activamente en el Proyecto Montegrande, Directora Académica y últimamente en SEP. Todas estas experiencias exigían estudiar, hice especializaciones, Diplomados y Magister. Curso que había lo tomaba y antes todo salía del bolsillo de uno, no existían todas las posibilidades que tienen hoy en día los Profesores y Asistentes de la Educación. Acá también he vivido momentos difíciles sobre todo el proceso de trasplante pulmonar que cambió mi vida y el incendio de mi casa donde siempre mis compañeros y amigos estuvieron apoyándome.

Aquí he conocido personas de las que he aprendido mucho, menciono algunas, aunque sé que faltarán muchas. Sr Raúl Artigas, Sr Juan Carlos Gutiérrez Garrido, Sr Luis Gianelli Company, Sr José Isla Farías; todos rectores. Don Ismael Galdámez, Srta. Silvana Vivanco (QEPD).

Anita Polanco, amiga hasta el día de hoy; Jorge Riquelme, José Miguel Muñoz, Juan de Dios García, Pablo Unda y Alejandra Rubio, Anita Unda, Osvaldo Gallegos, Roberto Osorio, Margarita Herrera, Sr Juan Carlos Navarrete, Sra. Karla Silva, actual rectora del Liceo Miguel Rafael Prado, y me quedan muchos compañeros y amigos por nombrar.  De la Casa Central, Sergio, siempre amable y con la enseñanza de Monseñor Eladio; y todo el personal que allí se ha desempeñado desde mi ingreso a la SECST.

Sacerdotes que quiero mucho Padre Gerardo Ouisse, hoy en la Legua; Padre Renato Giavio, me ha acompañado hasta el día de hoy y más cuando mi mamá falleció, Padre Cristián Rojas, me preparó para mi trasplante pulmonar dándome la unción de los enfermos y bautizó a mi nieto, Padre Manuel Martínez (fue a darle la extremaunción a mi padrino rezó de forma que yo nunca lo había vivido, al otro día el enfermo despertó y vivió varios años más). Padre Jonathan ahora estudiando en Roma.

En el colegio conocí a las hermanas pertenecientes a la Congregación de Nuestra Señora de la Consolación, me cambiaron la vida; como no mencionar a algunas de ellas: Madre María Inés Rodríguez, Madre Paula Cerpa, Madre Susana Morán, M. Graciela Finolí, M. Nélida Báez, M. Angélica, M. Adriana, M. Norma. Hna. Romina, Hna. Manuela, Hna. Vanina, Hna. Gariela, por mencionar algunas, aunque son muchas las que faltan acá.

Como no mencionar al Equipo Directivo: Srta. Wilma Olea, Sra, Vivian Fuenzalida, Srta. Alejandra Loyola, Sra. Claudia Contreras y Don Carlos Galdames. De ellos cada día aprendo más, son personas muy buenas, siempre pensando en el bien de nuestros estudiantes, muy comprometidas y trabajadoras. De ellos aprendo día a día.

Caso aparte es el de la Rectora Sra. María Virginia Rojas Acuña, modelo de persona comprometida, honesta, trabajadora, siempre poniendo el equilibrio, mesurada en sus juicios, estudiosa, preocupada de todos los que nos desempeñamos en el colegio. Mantiene un ambiente de buenas relaciones humanas.

Como no estar agradecida si gran parte de lo que hoy soy se lo debo al CEMLAP y al LSF que son parte de la Red Educacional de Santo Tomás de Aquino.

Ojalá que esta gran institución permanezca por muuuuuuchos años y siglos.

Sandra un gran abrazo, ya cantaremos el Cumpleaños Feliz.

Norma Espinoza Sánchez

 

Santiago, 21 de abril de 2020

 

 


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